A lo largo de este 18 de julio de
2018 se ha conmemorado y recordado, y con razón, que tal día como hoy de hace cien años nació
Nelson Mandela, símbolo internacional y
personaje muy querido más allá de las fronteras sudafricanas; y que su
filosofía de vida, sus anhelos, sus miedos y sus alegrías permanecerán en la
memoria colectiva gracias a sus palabras y hechos. Mandela fue un luchador
incansable contra el racismo, recibió más de 250 premios internacionales, entre
ellos el Nobel de la Paz y el Príncipe de Asturias.
Raras veces, a lo largo de la
historia, ha habido personas que hayan hecho tanto como Mandela para avivar los
sueños de la gente, impulsándolos a la acción. La lucha por la igualdad, la
dignidad y la justicia, que él encarnó, es hoy más necesaria y urgente que
nunca. En este mundo global donde los ricos son cada vez más ricos y los pobres
cada vez más pobres, y las injusticias y el atropello de los derechos humanos se dan en cualquier parte, el ejemplo de Mandela es de plena vigencia. Además,
Mandela, que estuvo cautivo durante muchos años pero nunca fue preso de su
pasado, supo consagrar toda su energía en la reconciliación y en su ideal de
una sociedad sudafricana (africana y mundial) pacífica, multiétnica y
democrática.
Y, ¿por esto es tan querido y
apreciado el hijo del señor Gadla Henry Mphakanyiswa y la señora Nosekeni
Fanny?
Es por todo lo que acabamos de exponer, y porque supo llegar a esa parte de humanidad que todos llevamos en el fondo de cada uno de nosotros, y que nos lleva a ser buenos los unos con los otros sin esperar nada a cambio, y que nos puede, incluso, llevar a sacrificarnos por los demás.-
Es por todo lo que acabamos de exponer, y porque supo llegar a esa parte de humanidad que todos llevamos en el fondo de cada uno de nosotros, y que nos lleva a ser buenos los unos con los otros sin esperar nada a cambio, y que nos puede, incluso, llevar a sacrificarnos por los demás.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario