En
lo que va de año, el continente africano es escenario ya de varios episodios de
inestabilidad. El último caso es Guinea-Bissau. La antigua colonia
portuguesa, cuya historia está jalonada de golpes de Estado y violencia
política, está viviendo estos días su enésimo levantamiento militar, con el
apresamiento de las altas autoridades del Estado: el presidente Raimundo
Pereira y el primer ministro Carlos Gomes Junior.
Por
su parte, Nigeria, ese gigante
africano con más de 160 millones de habitantes, está viviendo la crisis más
grave desde la guerra civil, provocada por el grupo islamista Boko Haram que
tiene en jaque al gobierno de Googluck Jonathan, y en vilo a toda la comunidad
cristiana.
Sudán y Sudán del Sur mantienen unas relaciones tensas desde la
independencia del Sur en julio del año pasado, debido a la distribución de los
ingresos petroleros después de que Sudán del Sur se quedase con las
tres cuartas partes de los recursos petroleros. El presidente de Sudán, Omar
Hasan al Bashir, rechaza cualquier tipo de negociación con su homólogo del Sur, Salva Kiir Mayardit, hasta que
retire sus tropas de la región de Heglig, disputada por ambas partes.
A
la lista interminable de los conflictos habría que añadir aquellos que siempre
han agitado el continente, como la crisis de
Somalia, dónde el grupo
islamista Al Shebab lucha contra el frágil gobierno de transición capitaneada
por Sharif Sheikh Ahmed; o las tensiones permanentes entre Etiopía y Eritrea…
Pero
el conflicto subsahariano que más ha concitado la atención de los medios es el
de Mali. El pasado día 6 de abril el Movimiento
Nacional de Liberación de Azawad (MNLA) declaró la independencia del norte de
Mali, con la oposición frontal de la comunidad internacional y,
lógicamente, de las autoridades de Bamako. Sin embargo, esa independencia es un
hecho consumado y habrá que esperar la estrategia de las nuevas autoridades
malienses, con Dioncounda Traoré a la cabeza, para recuperar la integridad
territorial.
"Hacia una balcanización de África" |
Los
grupos guerrilleros que desestabilizan los Estados africanos suelen justificar
sus acciones aludiendo a una supuesta reivindicación de los derechos de las minorías
(tribales, étnicas, lingüísticas, religiosas) marginadas por el poder central
del Estado. Cuando se indaga, en no pocos casos, sale a relucir que eso no se
ajusta a la verdad, y que otros intereses anidan detrás. Y lo más sorprendente
es que las regiones presas de conflictos suelen albergar importantes recursos
naturales.
Volviendo
la rebelión tuareg, llama la atención las similitudes existentes entre Mali y
la República Democrática del Congo;
concretamente entre el norte de Mali y el este de la República Democrática del
Congo.
El
norte de Mali, sacudido por una inestabilidad crónica, acaba de declararse independiente bajo la
batuta de los rebeldes de MNLA que afirman, como no podía ser de otra manera,
que su levantamiento viene a colmar las aspiraciones históricas del pueblo
tuareg marginado por el poder central del Estado. Pero, a los pocos días, emergen
otros actores que ya arrinconan al propio MNLA, y que tienen como objetivo
controlar el territorio, el tráfico de toda índole de la zona en su beneficio,
los recursos minerales (oro, petróleo, gas natural…) e incluso imponer un
credo. Nos referimos a los Yihadistas y a los salafistas de Ansar el Din. Los
tuareg han servido de simple comparsa.
Este
mismo esquema se reproduce en el este del Congo dónde se vive, desde hace más
20 años, una instabilidad alimentada por las fuerzas internas o extranjeras,
africanas o no africanas, con el objetivo de sustraer las inmensas riquezas
minerales y de otros tipos.
Los
distintos grupos y grupúsculos que pululan en el este del país, a parte
de ir contra la población local a la que saquean un día si y otro también, sirven de comparsa a los países vecinos (Ruanda y Uganda, principalmente) y a las multinacionales que se dedican a expoliar los recursos naturales de la región.
Más
casos como éstos se dan en muchos países africanos, y raros son aquellos países
que no tengan su dosis de tensiones internas de este tipo. De ahí la pregunta
de saber si no nos estamos encaminando hacia una “balcanización” de África. Por
“balcanización” se entiende el proceso de fragmentación de un Estado en partes
o Estados más pequeños que son, por lo general, mutuamente hostiles y no
cooperan entre sí, aprovechando las divisiones internas de orden político,
religioso o étnico.
Los
países africanos heredaron las fronteras del reparto diseñado en la Conferencia
de Berlín (1885) por las potencias coloniales. Occidente los ató corto cuando
en los años 60 accedieron a la independencia. Pero hoy, perdida la importancia
geoestratégica que tuvo en tiempos de la Guerra Fría, África se encuentra
abandonada a su propia suerte, mientras la abundante riqueza mineral que existe
en su territorio, lejos de ser explotada en beneficio de la población, motiva y
financia la mayoría de los conflictos que existen en el continente.
Así,
en el S. XIX África sufrió la colonización,
con el pillaje de recursos naturales y la pérdida de vidas humanas que eso
conllevó. En el XX, se vivió la neocolonización
que, a pesar de las independencias formales, siguió manteniendo al continente
de rodillas ante las potencias extranjeras con la complicidad de los gobiernos locales. ¡No será que nos estemos encaminando hacia la “balcanización”, la
división de los Estados africanos en Estados más pequeños que representarían
una presa fácil para las potencias extranjeras y las multinacionales; así
podrían explotar, a su antojo, y también con la complicidad de muchos dirigentes locales,
los recursos existentes en esos Estados!
Ya
se abrió el melón con Sudán, y parece que Malí será el siguiente en la lista; y luego vendrán otros. Tiempo al tiempo.
Justamente me quedé pensando en que el "Renacimiento Africano" (al margen de la polémica que suscita el término) dicen unos expertos que se retrasaría como mínimo 10 años. ¿Es seguir la zanahoria para los africanos? Muy buen análisis el tuyo. Saludos O. Freixa.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Omer. El renacimiento o despegue africano depende de la voluntad política de los dirigentes africanos y, también, de interés internacional. Los plazos temporales estarían relacionados con estos dos factores. Los pocos países del continente que han tenido dirigentes con voluntad de ayudar a su pueblo, a pesar de las dificultades, están progresando. África tiene grandes posibilidades para un despegue a corto plazo, pero hay demasiados intereses contrapuestos...
EliminarLa verdad toda la cultura del mundo me parece interesante!, hablas como si fueras de alli! esa balcanización de la que hablas..yo creo que siempre a existido en todo el mundo,,solo que las vergüenzas de este vida cada vez cobran más fuerza,, a la vista del prójimo. .si te das cuenta ,es un poco fuerte decir que esa balcanización la sufrimos aqui.. todo puro negocio. es una vergüenza que esa gente sea desplazada.. Me atreveria decir que si hubiera unnion afrika seria grande mas grande de lo que es,, toda ella es hermosa!! para permitir que sucedan esas cosas.
ResponderEliminarGracias por tu aseveración. Los intereses hacen que todo se convierta en puro negocio. Esperemos que algún día puedan confluir los intereses de unos y de otros para que en África se pueda vivir, dignamente.
EliminarUn saludo
Enhorabuena por la entrada. Me parecen necesarios blogs como este que expongan la realidad más cruda de este mundo, donde los intereses y conflictos económicos son los que marcan los conflictos más crueles.
ResponderEliminarEn la balcanización de los estados suelen influir varios factores además del económico, como son las diferencias religiosas o étnicas.
Supongo que podría afirmarse que estas diferencias son utilizadas por agentes externos (a destacar la entrada de China al clásico tándem formado por Rusia y EEUU) para crear el entorno adecuado para el saqueo de los recursos naturales y el expolio de la soberanía nacional, pero no dispongo de la seguridad suficiente como para afirmar que estas diferencias por sí solas no sean las culpables de algunos de los conflictos.
Un saludo y te animo a visitar http://divagando.weebly.com/
Gracias por sus palabras. Visitaré sin demora su blog.
EliminarUn saludo