El
papel de la mujer en el sostenimiento del continente africano es
imprescindible. Se dio cuenta de ello la anterior secretaria de Estado
norteamericana, Hillary Clinton, cuando, en un viaje a Etiopía en 2011, declaró que “las mujeres
de África son las que más trabajan en el mundo actual. Lo que hacen no está
inserto dentro de la economía formal; no obstante, si todas las mujeres desde
el Cairo hasta la Ciudad del Cabo decidiesen dejar de trabajar durante sólo una
semana, todas las economías de África vendrían abajo”. Aseveración más que acertada.
A
través de su labor encomiable y, en muchos casos, silencio y lleno de
obstáculos las mujeres africanas invitan al optimismo, a vencer el “afropesimismo”
y a confiar en los propios africanos; pues África no es sólo continente de
malas noticias, como viene siendo habitual en las crónicas periodísticas, sino
que es también tierra de esperanza y de creatividad.
En
efecto, las mujeres africanas han desempeñado y desempeñan un rol primordial en todos los aspectos sociales,
económicos y culturales de sus países, aunque tal aportación no se valore ni se visibilice.
De ahí que en este escrito queremos recoger la labor de algunas de ellas como
homenaje, desde luego, a todas las mujeres africanas.
Las
mujeres africanas echan a dictadores, levantan sus países, dirigen grandes
empresas. Su peso económico ha acrecentado su poder social y político. Hoy
África cuenta con dos presidentas, Ellen Johnson Sirleaf en Liberia, y Joyce
Banda en Malawi, y una mujer dirige la Comisión de la Unión africana, Nkosazana
Dlamini-Zuma, de Sudáfrica; además hay un centenar largo de ministras y
directivas de empresas.
Las
mujeres africanas innovan y crean: se ocupan de la moda, de la estética, cantan,
estudian el cambio climático y protegen el medioambiente. Aquí podríamos citar
nombres de la maliense Rokia Traoré, la senegalesa Adama Paris, la
etíope Bethlehem Alemu, la nigeriana Francisca Nneka Okeke o la keniata Ory
Okolloh, entre otras.
Las
mujeres africanas infunden optimismo y restauran la esperanza en todo el
continente; influyen en la agenda política, luchan por los derechos humanos y
se ocupan de los abandonados y huérfanos. Resaltaríamos a la congoleña Caddy
Adzuba, a la liberiana Leymah Gbowee, a la burundesa Marguerite Barankitsé, a
la sudafricana Charlize Theron, la zambiana Dambisa Moyo…
Las
mujeres africanas son inquietas y tienen verdadera ambición por mejorar que
destacan en el deporte, invierten en el arte, en la cultura y en diversos sectores, crean empleos y hasta forman parte de los parlamentos nacionales. La lista es
muy larga, pero valdría como muestra la marfileña Marguerite Abouet, la etíope
Tirunesh Dibada, la beninés Marie-Cécile Zinsou, la senegalesa Magatte Wade o
la sudafricana Lindiwe Mazibuko.
Sería
deseable que se pusiera de relieve la labor ingente que las mujeres desarrollan
en pro del continente, a pesar de que en la foto oficial salgan siempre varones
estrechándose las manos en cumbres y reuniones, o matándose en guerras de
intereses foráneos.
Y
nada mejor para terminar este pequeño homenaje que unas palabras de una de
ellas, la nobel de la paz Leymah Gbowee, para quien “las mujeres
africanas no buscan éxito individual. Prueba de ello es que en Liberia, y también
en Zimbabue, en el Congo y demás países de África no he encontrado víctimas
impotentes, sino mujeres fuertes, animadas y determinadas para cambiar juntas el curso
de los acontecimientos”.
Hermoso artículo, gracias por poner en valoración a estas maravillosas mujeres que con sus manos empujan el continente africano hacia un mejor porvenir.
ResponderEliminarDesde nuestro blog http://africafrancofona.blogspot.com.ar/ leemos siempre con interés y entusiasmo sus entradas. Lo invitamos.
Saludos desde Argentina.
Gracias por su mensaje. Con mucho gusto visito su blog. A ver si entre todos hacemos que África interese cada vez más y a más gente. Saludos desde Madrid.
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