El verano ya llegó, y con él los meses de máxima exposición al sol, con temperaturas elevadas, en algunas ocasiones, asfixiantes; días de playa y diversión a orilla del mar, en piscinas, ríos y pantanos. Llegaron esas noches de juergas y fiestas, días de excursiones y aventuras; y ese tiempo tan anhelado de vacaciones y descanso.
Y, sin percatarnos, llegó también esa visión muy distorsionada del continente africano en cuanto a la climatología se refiere. La inmensa mayoría de la población española tiene asumido que en toda África la temperatura anual es similar a la que se da aquí en pleno verano. ¡Cuántas veces hemos oído en los servicios meteorológicos aquello de "ola de calor africano"!
De una manera simplista y poco científico, estos servicios identifican al continente africano con una ola de calor cuando, por mínima que sea nuestra observación, nos daríamos cuenta de que eso no se ajusta a la realidad. Bien es cierto que África es el continente con mayor insolación anual (de ahí el origen de su nombre en latín, aprîcus, a, am: soleado). Sin embargo, el continente africano es inmenso y diverso, atravesado por varias franjas climáticas, abarcando los climas mediterráneo, desértico, tropical, subtropical, intertropical...
¿Se acuerdan, por ejemplo, que la selección española ganó el mundial de fútbol en pleno invierno en Sudáfrica?
Si con la expresión “ola de calor africano” se quiere hablar del “calor sahariano”, esa masa de aire caliente procedente del desierto del Sáhara y que da lugar a temperaturas máximas y mínimas muy altas, se debería exigir a los expertos de meteorología a ceñirse a la expresión exacta para no crear confusiones y estereotipos. Cuando aquí nos afecta “la ola de frío siberiano”, por citar un caso comparativo, no se les ha oído hablar de frío europeo.
Ya que el continente africano está bastante estigmatizado e identificado con todas las calamidades, sería deseable no estigmatizarlo más con expresiones simplistas por muy asentadas que sean en el lenguaje común.
Totalmente de acuerdo. Además, deberíamos tener en cuenta los muchos micro-climas que hay por ejemplo dentro de un mismo país. En Mali por ejemplo hay más de diez que yo conozca, aquí en Marruecos en tan solo 100 kms de distancia en linea recta, puedes pasar de los casi 55ºC a 18ºC en verano o de los 20ºC a los menos 20ºC en invierno. Sí estigmatizada (África) y desconocida o lo que es peor mal conocida. Saludos
ResponderEliminarPor cierto, hoy 49ºC en el desierto, tormenta de arena, por lo que no os extrañe que en unos días lleguen a España lluvias de barro procedentes de África.
Gracias por tus palabras. Desde luego el desconocimiento (o el desinterés) de un continente tan cercano a Europa como es África por los europeos llama poderosamente la atención. Esperemos que las cosas vayan cambiando poco a poco. Saludos
ResponderEliminarSaludos desde la República Dominicana, he leído el artículo, me parece muy interesante a propósito de la ola del calor, aquí la vivimos de manera infernal y las noticias que circulan por esta parte del mundo es que se debe a las arenas del Sahara occidental, de todos modos vemos como es compleja y misteriosa la naturaleza y la magnitud de los procesos naturales.
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