miércoles, 19 de noviembre de 2014

Productividad cero de los gobiernos africanos

Es ampliamente aceptado que la política se inventó para buscar soluciones a los problemas de convivencia y dignificar la vida de los ciudadanos; y tiene como misión, gestionar los conflictos que surgen del choque entre intereses particulares, buscando siempre salidas y soluciones. Así, la política es un conjunto de procedimientos y medidas que se adoptan para dirigir los asuntos que afectan a la sociedad o tienen relación con ella, con el fin de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos. En África, sin embargo, la política sirve más bien para todo lo contrario: provocar tensiones entre los ciudadanos para que los que ya ostentan el poder sigan eternamente en él, esquilmando los recursos de todos. 


Desde la emancipación política de los Estados africanos, hace ya más de cinco décadas, hasta hoy la situación de la inmensa mayoría de la población sigue siendo dramática: inseguridad física, inseguridad alimentaria, inseguridad sanitaria; analfabetismo; falta de libertad de expresión; corrupción; dictaduras… 

¿Qué vías, qué salidas y qué soluciones a estos problemas dan la política y los políticos africanos? Prácticamente, nada. Estamos ante la absoluta ineficacia de la inmensa mayoría de los gobiernos africanos, para no decir todos, que se afanan más bien en acaparar riquezas y engordar sus cuentas bancarias en el extranjero que en practicar, de verdad, la política en el sentido antes señalado.

Acorde con los tiempos que corren en que todo se mide y se analiza desde la perspectiva de rentabilidad, esto es, la comparación entre la renta generada y los medios utilizados para obtenerla, con el fin de juzgar la eficiencia de las acciones realizadas; sí aplicamos a los políticos africanos este criterio, el resultado de su gestión, a todas luces, es desolador: cinco décadas perdidas, un presente desastroso, y un futuro poco halagüeño si las cosas continúan como hasta la fecha.

Hagamos un pequeño esfuerzo imaginativo y comparemos recursos y resultados: 54 países con sus 54 jefes de Estados, sus correspondientes primeros ministros, ministros, viceministros, secretarios de Estados, gobernadores de provincias, ministros provinciales, diputados nacionales y provinciales, asesores nacionales e internacionales cargados de másteres, todos ellos trabajando a jornada completa, profesionalmente y cobrando… El resultado es de todos conocido: los dirigentes africanos, de ahora y sus predecesores, no han sido capaces de brindar medidas efectivas para utilizar la política en pro de la mejora de las condiciones de vida de sus conciudadanos, y eso a pesar de contar con ingentes recursos naturales. Esto equivale a productividad cero.

Observando las cosas con las perspectivas actuales y la lógica del tiempo, y con el sentido profundo de lo que significa la política, que nació para buscar soluciones a los problemas de los ciudadanos, podemos concluir que lo que han hecho y están haciendo los gobiernos africanos es sencillamente la esterilidad más absoluta; productividad cero.- 


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