Ya era hora de hablar de ola
de calor “tropical” y no “africano”.
Aquellos que nos han leído en los
últimos años saben que, en cada temporada estival, hemos protestado y hecho
llegar a los servicios meteorológicos correspondientes nuestra queja sobre una distorsión
de la realidad que consiste en identificar a la ola de calor del verano con
todo un continente, estigmatizándolo de paso. Esta temporada, por fin, los
medios hablan mayoritariamente de calor “tropical”, y es de agradecer.
Cuando llegaba el verano y, sin percatarnos, llegaba también esa visión distorsionada del continente africano desde el punto de vista climatológico. En el imaginario colectivo se instaló (y aun permanece) la imagen de un continente cuyas temperaturas anuales son similares a las que se dan aquí en pleno verano.
Se identificó con cierta
ligereza, y durante mucho tiempo, al continente africano con una ola de calor
cuando, por mínima que fuera nuestra observación, nos daríamos cuenta de que
eso no se ajusta a la realidad. Bien es cierto que África es el continente con
mayor insolación anual (de ahí el origen de su nombre en latín, aprîcus, a, am: soleado). Sin embargo,
el continente africano es inmenso y diverso, atravesado por varias franjas
climáticas, abarcando los climas mediterráneo, desértico, tropical,
subtropical, intertropical...
No olvidemos, por ejemplo, que la
selección española ganó el mundial de fútbol en pleno invierno en Sudáfrica.
Si con la expresión “ola de calor
africano” se quiere hablar del “calor sahariano”, esa masa de aire caliente
procedente del desierto del Sáhara y que da lugar a temperaturas máximas y
mínimas muy altas, se debería exigir a los expertos de meteorología a ceñirse a
la expresión exacta para no crear confusiones y estereotipos. Cuando aquí nos
afecta “la ola de frío siberiano”, por citar un caso comparativo, no se les oye hablar de "frío europeo".
Bienvenido, por tanto, a este
cambio que, a lo mejor, haya pasado desapercibido para el gran público pero que
verdaderamente marca un hito ya que llama a las cosas por su nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario