Desde principio de verano, sabemos a través de los medios, que hay una situación de urgencia extrema en Somalia y otras partes del Cuerno de África, donde millones de personas sufren una hambruna sin precedentes. Varios miles han muerto ya. La FAO estima que 10 millones de personas necesitan ayuda de urgencia, no sólo en Somalia sino también en Yibuti, y en partes de Sudán, Etiopía, Kenia y Uganda. Dice Naciones Unidas que se necesitan mil quinientos millones de dólares para hacer frente a esta catástrofe, pero hasta la fecha solo ha podido reunir la mitad.
Según los grandes medios de comunicación, el origen de este desastre hay que buscarlo en la durísima sequía que asola esta región desde hace años. Y las cosas se agravan con el estado de guerra que se vive en el sur del país, donde los rebeldes islamistas de Al Shabab no permiten la entrada a las agencias humanitarias y además niegan que haya hambruna.
Durante los últimos 20 años, Somalia ha estado enredada en una “guerra civil”, que ha destruido tanto su economía rural como la urbana. Una atmosfera de “anarquía, ausencia del imperio de la ley, y bandas armadas” es destacada también como una de las principales causas tras la hambruna. Además de la subida de los precios de los alimentos
Por tanto, la sequía, la guerra civil y el precio de los alimentos son las causas de la hambruna. Cosa que es cierta. Sin embargo, un estudio más crítico nos lleva a causas profundas y que explican realmente lo que está pasando: el petróleo, los ajustes del FMI y la deuda externa
El Petróleo:
La desestabilización que sufre Somalia tiene mucho que ver con las reservas de petróleo que alberga en su subsuelo. De ahí que haya enfrentamiento entre distintos grupos armados con sus instigadores extranjeros detrás.
Antes de la guerra civil que se desencadenó en 1991, el presidente pro norteamericano Mohamed Siad Barre, derrocado ese mismo año, había concedido derechos de exploración petrolera sobre dos tercios del territorio a las compañías americanas Conoco, Amoco, Chevron y Phillips.
La intervención americana en el país africano debe entenderse desde la clave de la defensa de los intereses petrolíferos. Oficialmente, la Administración y el Departamento de Estado americanos insisten en que la misión militar americana en Somalia fue estrictamente humanitaria. Portavoces de empresas del sector petrolero tildaron de “absurdas” y “sin sentido” las acusaciones de los expertos en ayuda, veteranos analistas del África Oriental y varios prominentes somalíes, que señalaban que el Presidente Bush (padre), un tejano ex-petrolero, actuó en Somalia, al menos en parte, movido por la industria petrolera americana.
Así, pues, cuatro gigantes petrolíferos americanos tenían acuerdos con la nación africana antes de que empezara la guerra civil. Podrían cosechar enormes beneficios una vez se restaure la paz. Las empresas americanas están bien posicionadas en la carrera por las más prometedoras reservas petrolíferas somalíes, una vez que el país sea pacificado. Y el Departamento de Estado y oficiales del ejército americano saben que una de esas compañías petrolíferas ha hecho algo más que sentarse y esperar a que llegue la paz: Conoco Inc., la única empresa multinacional que ha mantenido abierta una oficina en Mogadiscio, a pesar del caos y anarquía reinante en todo el país durante los últimos dos años, ha estado directamente relacionada con el papel del gobierno americano en la misión militar y humanitaria encabezada por Naciones Unidas
Política de ajustes del Fondo Monetario Internacional:
A pesar de las sequías, Somalia logró ser auto-suficiente en términos de alimentación hasta finales de los años 70. A principios de los años 80, su economía nacional fue desestabilizada, y la agricultura desmantelada.El proceso de deslocalización económica precedió al comienzo de la guerra civil en 1991. El caos social y económico resultante de las “recetas económicas” del FMI prepararon el escenario para el lanzamiento de la “guerra civil” patrocinada por Estados Unidos. Un país entero, con una rica historia de desarrollo económico y comercial, se transformaba en un territorio descontrolado. Ya se sabe como se las gasta el FMI, sino que se lo pregunten a los países europeos rescatados y demás países que han probado sus recetas…
La deuda externa:
Los intereses y amortizaciones de la deuda externa son tan altos que absorben la casi totalidad de los ingresos de los Estados, como los integrantes del Cuerno de África; y los hacen incapaces de invertir en infraestructura agrícola. Un ejemplo: sólo el 3,8% de la tierra cultivable es de regadío en Etiopía (Somalia, mucho menos), mientras que en países europeos el 60%. Etiopía no tiene dinero suficiente como para sacar y aprovechar el agua para sus cultivos. Hoy en día, las aguas subterráneas se encuentran a 60, 70 metros de profundidad debido a la sequía y, por tanto, hacen ineficaces los métodos tradicionales para alcanzar tal profundidad.
Creemos, que a las ya conocidas y repetidas causas de la crisis humanitaria en Somalia hay que añadir estas tres que consideramos fundamentales
Según los grandes medios de comunicación, el origen de este desastre hay que buscarlo en la durísima sequía que asola esta región desde hace años. Y las cosas se agravan con el estado de guerra que se vive en el sur del país, donde los rebeldes islamistas de Al Shabab no permiten la entrada a las agencias humanitarias y además niegan que haya hambruna.
Durante los últimos 20 años, Somalia ha estado enredada en una “guerra civil”, que ha destruido tanto su economía rural como la urbana. Una atmosfera de “anarquía, ausencia del imperio de la ley, y bandas armadas” es destacada también como una de las principales causas tras la hambruna. Además de la subida de los precios de los alimentos
Por tanto, la sequía, la guerra civil y el precio de los alimentos son las causas de la hambruna. Cosa que es cierta. Sin embargo, un estudio más crítico nos lleva a causas profundas y que explican realmente lo que está pasando: el petróleo, los ajustes del FMI y la deuda externa
El Petróleo:
La desestabilización que sufre Somalia tiene mucho que ver con las reservas de petróleo que alberga en su subsuelo. De ahí que haya enfrentamiento entre distintos grupos armados con sus instigadores extranjeros detrás.
Antes de la guerra civil que se desencadenó en 1991, el presidente pro norteamericano Mohamed Siad Barre, derrocado ese mismo año, había concedido derechos de exploración petrolera sobre dos tercios del territorio a las compañías americanas Conoco, Amoco, Chevron y Phillips.
La intervención americana en el país africano debe entenderse desde la clave de la defensa de los intereses petrolíferos. Oficialmente, la Administración y el Departamento de Estado americanos insisten en que la misión militar americana en Somalia fue estrictamente humanitaria. Portavoces de empresas del sector petrolero tildaron de “absurdas” y “sin sentido” las acusaciones de los expertos en ayuda, veteranos analistas del África Oriental y varios prominentes somalíes, que señalaban que el Presidente Bush (padre), un tejano ex-petrolero, actuó en Somalia, al menos en parte, movido por la industria petrolera americana.
Así, pues, cuatro gigantes petrolíferos americanos tenían acuerdos con la nación africana antes de que empezara la guerra civil. Podrían cosechar enormes beneficios una vez se restaure la paz. Las empresas americanas están bien posicionadas en la carrera por las más prometedoras reservas petrolíferas somalíes, una vez que el país sea pacificado. Y el Departamento de Estado y oficiales del ejército americano saben que una de esas compañías petrolíferas ha hecho algo más que sentarse y esperar a que llegue la paz: Conoco Inc., la única empresa multinacional que ha mantenido abierta una oficina en Mogadiscio, a pesar del caos y anarquía reinante en todo el país durante los últimos dos años, ha estado directamente relacionada con el papel del gobierno americano en la misión militar y humanitaria encabezada por Naciones Unidas
Política de ajustes del Fondo Monetario Internacional:
A pesar de las sequías, Somalia logró ser auto-suficiente en términos de alimentación hasta finales de los años 70. A principios de los años 80, su economía nacional fue desestabilizada, y la agricultura desmantelada.El proceso de deslocalización económica precedió al comienzo de la guerra civil en 1991. El caos social y económico resultante de las “recetas económicas” del FMI prepararon el escenario para el lanzamiento de la “guerra civil” patrocinada por Estados Unidos. Un país entero, con una rica historia de desarrollo económico y comercial, se transformaba en un territorio descontrolado. Ya se sabe como se las gasta el FMI, sino que se lo pregunten a los países europeos rescatados y demás países que han probado sus recetas…
La deuda externa:
Los intereses y amortizaciones de la deuda externa son tan altos que absorben la casi totalidad de los ingresos de los Estados, como los integrantes del Cuerno de África; y los hacen incapaces de invertir en infraestructura agrícola. Un ejemplo: sólo el 3,8% de la tierra cultivable es de regadío en Etiopía (Somalia, mucho menos), mientras que en países europeos el 60%. Etiopía no tiene dinero suficiente como para sacar y aprovechar el agua para sus cultivos. Hoy en día, las aguas subterráneas se encuentran a 60, 70 metros de profundidad debido a la sequía y, por tanto, hacen ineficaces los métodos tradicionales para alcanzar tal profundidad.
Creemos, que a las ya conocidas y repetidas causas de la crisis humanitaria en Somalia hay que añadir estas tres que consideramos fundamentales
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