La Unión Europea se acaba de comprometer en continuar con su operación Atalanta para combatir la piratería en aguas del Índico y subraya su voluntad de trabajar con Somalia y otros países de la región en la lucha contra la delincuencia marítima en esa zona del mundo (EFE, 14-11-2011)
A la pregunta de saber qué es lo que ocurre en las costas somalíes, aunque suene un poco duro, y sobre todo después del secuestro de barcos españoles en la zona, hay decir que los llamados piratas somalíes son pescadores que luchan contra el saqueo de su pesca y contra el vertido de residuos tóxicos en sus costas.
El Grupo de Supervisión para Somalia (GSS) de Naciones Unidas ha venido alertando en sus informes sobre la depredación sistemática de la zona económica exclusiva que corresponde al Estado somalí. A partir del desmoronamiento del régimen de Barre en 1991, surge un tipo de piratería que se autodenomina “guardacostas”, cuyo objetivo eran los barcos que pescaban ilegalmente y los que vertían sustancias tóxicas en las aguas costeras, según la ONU (ONU (2006/299), Informe del Grupo de Supervisión para Somalia en cumplimiento de la Resolución 1630 (2005) del Consejo de Seguridad S/2006/229, Nueva York)
El impacto que tiene la pesca ilegal sobre las condiciones socioeconómicas de las comunidades pesqueras autóctonas de los países en desarrollo es un hecho constatado, entre otros, por la Comisión Europea, que estima que más del 50% del total de las capturas en Somalia, Liberia y Guinea Conakry son practicadas de manera ilegal (Commission of the European Communities (2007), Commission staff working document. Accompanying document to the proposal for a Council regulation establishing a community system to prevent, deter and eliminate illegal, unreported and unregulated fishing. Impact assessment. Sec (2007) 1336, Bruselas).
Los datos de que se disponen para evaluar esas repercusiones no están muy actualizados a causa de la propia dinámica interna de Somalia, pero según la FAO, en 2008 unos 700 buques de compañías extranjeras faenan de manera ilegal en la zona de Somalia, siendo la pesca artesanal la más afectada por la competencia directa de las flotas extranjeras. El hecho objetivo de que los pescadores somalíes puedan pescar cada vez menos afecta de una manera decisiva a las ya de por sí frágiles economías litorales y explica, en parte, el origen de la piratería en la zona y su uso por los grupos de piratas en Somalia como argumento para justificar sus acciones.
Las acciones que dilapidan la riqueza en el ecosistema marino del Cuerno de África no se limitan a la sobreexplotación de las especies marinas sino también incluyen descargas de vertidos tóxicos de todo tipo, incluido el de residuos nucleares del que sospecha la FAO (FAO (2008), Country profile: Somalia, fishery and aquaculture department).
¿Posible solución?
La supresión de la piratería en Somalia pasa por un proceso de rehabilitación del Estado, la puesta en marcha de una fuerza marítima somalí que garantice la ley y el orden en sus aguas territoriales y en su zona económica exclusiva, y el respeto por parte de las flotas extranjeras de las aguas territoriales somalíes.
A la pregunta de saber qué es lo que ocurre en las costas somalíes, aunque suene un poco duro, y sobre todo después del secuestro de barcos españoles en la zona, hay decir que los llamados piratas somalíes son pescadores que luchan contra el saqueo de su pesca y contra el vertido de residuos tóxicos en sus costas.
El Grupo de Supervisión para Somalia (GSS) de Naciones Unidas ha venido alertando en sus informes sobre la depredación sistemática de la zona económica exclusiva que corresponde al Estado somalí. A partir del desmoronamiento del régimen de Barre en 1991, surge un tipo de piratería que se autodenomina “guardacostas”, cuyo objetivo eran los barcos que pescaban ilegalmente y los que vertían sustancias tóxicas en las aguas costeras, según la ONU (ONU (2006/299), Informe del Grupo de Supervisión para Somalia en cumplimiento de la Resolución 1630 (2005) del Consejo de Seguridad S/2006/229, Nueva York)
El impacto que tiene la pesca ilegal sobre las condiciones socioeconómicas de las comunidades pesqueras autóctonas de los países en desarrollo es un hecho constatado, entre otros, por la Comisión Europea, que estima que más del 50% del total de las capturas en Somalia, Liberia y Guinea Conakry son practicadas de manera ilegal (Commission of the European Communities (2007), Commission staff working document. Accompanying document to the proposal for a Council regulation establishing a community system to prevent, deter and eliminate illegal, unreported and unregulated fishing. Impact assessment. Sec (2007) 1336, Bruselas).
Los datos de que se disponen para evaluar esas repercusiones no están muy actualizados a causa de la propia dinámica interna de Somalia, pero según la FAO, en 2008 unos 700 buques de compañías extranjeras faenan de manera ilegal en la zona de Somalia, siendo la pesca artesanal la más afectada por la competencia directa de las flotas extranjeras. El hecho objetivo de que los pescadores somalíes puedan pescar cada vez menos afecta de una manera decisiva a las ya de por sí frágiles economías litorales y explica, en parte, el origen de la piratería en la zona y su uso por los grupos de piratas en Somalia como argumento para justificar sus acciones.
Las acciones que dilapidan la riqueza en el ecosistema marino del Cuerno de África no se limitan a la sobreexplotación de las especies marinas sino también incluyen descargas de vertidos tóxicos de todo tipo, incluido el de residuos nucleares del que sospecha la FAO (FAO (2008), Country profile: Somalia, fishery and aquaculture department).
¿Posible solución?
La supresión de la piratería en Somalia pasa por un proceso de rehabilitación del Estado, la puesta en marcha de una fuerza marítima somalí que garantice la ley y el orden en sus aguas territoriales y en su zona económica exclusiva, y el respeto por parte de las flotas extranjeras de las aguas territoriales somalíes.
Es una muy buena explicación para un problema que se ha visto tan simplificado por la prensa, al menos en mi país. Los "piratas", no pasarían de ser unos simples delincuentes que buscan a toda costa cobrar fianzas por sus rehenes, a los que curiosamente y según los varios artículos que he leído, ocasionalmente "no tratan del todo mal". Indudable que parecen haber muchas aristas en situaciones como éstas.
ResponderEliminarSaludos