“Estados Unidos se lanza a la caza del ‘profeta’ de Uganda”; titulaba el pasado día 18 el periódico El País la noticia sobre la nueva aventura americana en el continente africano. Obama anunció el 14 de octubre sus planes de enviar personal militar al África Central, para asesorar a las fuerzas ugandesas afín de matar o capturar a Joseph Kony, líder del Ejército de la Resistencia del Señor (LRA, en sus siglas en inglés)
No es ni de lejos la primera vez que Estados Unidos envía tropas a África, como bien señala El País; pero el reciente despliegue de 100 miembros de sus fuerzas especiales en Uganda ha causado sorpresa y ciertas sospechas en este país africano. La intención no podría ser más loable: apoyar a las fuerzas ugandesas en la lucha contra el Ejército de la Resistencia del Señor.
El Ejército de Resistencia del Señor ha cometido atrocidades; sin embargo, sus peores abusos quedaron en el pasado. La época de su mayor actividad fue entre 1995 y 2005. Actualmente, la diezmada fuerza se esconde a varios cientos de kilómetros de distancia de Uganda, en algún lugar del África Central y ya no presenta mayor peligro.
Así, pues, la pregunta es obvia: ¿por qué ahora si el LRA ya no es un peligro en Uganda, ni para EEUU? Coincidimos con todos los analistas de la región de los Grandes Lagos en que la Administración Obama está militarizando las recién descubiertas reservas de petróleo en la región, utilizando la escusa de combatir un debilitado y alejado grupo terrorista.
Las reservas de petróleo de Uganda, que algunos calculan en 6.000 millones de barriles, están atrayendo todo tipo de intereses extranjeros. Su comercialización está prevista para 2015. Muchos señalan al gran “amigo rico” de Obama, el multimillonario George Soros, que lleva años asentado su influencia en el África central y del este mediante sus conocidas e influyentes ONG de llevarle a esta nueva aventura.
No es ni de lejos la primera vez que Estados Unidos envía tropas a África, como bien señala El País; pero el reciente despliegue de 100 miembros de sus fuerzas especiales en Uganda ha causado sorpresa y ciertas sospechas en este país africano. La intención no podría ser más loable: apoyar a las fuerzas ugandesas en la lucha contra el Ejército de la Resistencia del Señor.
El Ejército de Resistencia del Señor ha cometido atrocidades; sin embargo, sus peores abusos quedaron en el pasado. La época de su mayor actividad fue entre 1995 y 2005. Actualmente, la diezmada fuerza se esconde a varios cientos de kilómetros de distancia de Uganda, en algún lugar del África Central y ya no presenta mayor peligro.
Así, pues, la pregunta es obvia: ¿por qué ahora si el LRA ya no es un peligro en Uganda, ni para EEUU? Coincidimos con todos los analistas de la región de los Grandes Lagos en que la Administración Obama está militarizando las recién descubiertas reservas de petróleo en la región, utilizando la escusa de combatir un debilitado y alejado grupo terrorista.
Las reservas de petróleo de Uganda, que algunos calculan en 6.000 millones de barriles, están atrayendo todo tipo de intereses extranjeros. Su comercialización está prevista para 2015. Muchos señalan al gran “amigo rico” de Obama, el multimillonario George Soros, que lleva años asentado su influencia en el África central y del este mediante sus conocidas e influyentes ONG de llevarle a esta nueva aventura.
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